—Te lo juro, no hay ninguna trampa —dijo con rapidez, y luego una idea le pasó por la mente— Y si dudas de mi puedes soltarme y yo mismo le abriré, para que veas que no hay trampa, igual no soy rival para luchar contigo, si mataste a Rostov y a Igor el gigante sin dificultad alguna, yo menos tengo posibilidades.—Está bien —dijo ella, sin embargo, se fijó con cuidado en los dispositivos de apertura para ver si tenían algo fuera de lo normal— Dime la combinación.—Es: 11, 35, 67, 12, 21, comenzando por la derecha —la voz segura de Morozov al pronunciar la combinación le dió confianza a Tatiana.Tatiana se aplicó a abrir la caja, cuando puso el último número, se escuchó un leve chasquido y la caja se abrió dejando ver su interior.—Y bien, Morozov —interrogó al político— ¿Qué tenemos aquí de interesante?—Allí hay una agenda negra, ¿La ves? —Sí, aquí está —dijo Tatiana abriéndola y pasando las hojas con cuidado, allí habían varias listas de nombres, hombre y mujeres, algunos conocidos
Leer más