En la habitación de huéspedes ya Clarice tenía los pechos expuestos porque Derek le había quitado el vestido hasta la cintura, se detuvo a observar las pequeñas protuberancias con sus rosados pezones erectos, los acarició con sus pulgares luego de retirar las manos de ella que intentaba cubrirse abochornada. Él fue dejando besos desde su clavícula hasta llegar al nacimiento de sus pechos donde comenzó a usar su lengua, cuando lamió uno de los pezones, ella dio un salto con los ojos muy abiertos y la voz entrecortada dijo: –Derek, ¿qué es esto?, me siento mal. –¿Mal o excitada? –No lo sé, algo no me deja respirar, pero quiero… quiero hacer cosas contigo…, no perdón, yo…, yo, no me veas, tus ojos me desnudan. Derek palpaba la piel erizada en los brazos de Clarice, sentía el temblor de su cuerpo, él mismo se estremecía y se inundaba de calor, pero la veía tan angustiada que se dijo a sí mismo que debía prepararla mejor, ella era realmente inexpert
Leer más