–¡No sigas!, no sigas por favor –rogó ella.

–¿Te molesté? –preguntó alzando un rostro, pero con su dedo pulgar continuaba acariciando suavemente su botón palpitante.

–Es que siento que necesito ir al baño.

–No es eso, estás confundida porque no conoces esta nueva experiencia, siénteme y disfruta –le dijo al tiempo que pensaba: “También es nueva para mí, jamás le hice esto ni a Hanna ni a Cinthya, pero con Clarice quiero comerme todo su cuerpo, sé qué hacer y cómo, solo me interesa hacerla sentir bien, quiero darle su primer orgasmo con mi boca”.

Los movimientos de Clarice y sus gemidos le indicaban que estaba actuando bien, luego de un rato el agarre fuerte en su cabello, un grito ahogado, el temblor de su cuerpo, los fluidos y la respiración forzada le demostraron que había logrado su objetivo.

–Amor, acabas de tener tu primer orgasmo –le anunció mientras limpiaba sus labios y mentón con su mano e iba trepándose sobre ella, lentamente l