Austin recibió una llamada del padre de los Aguilar invitándolo a tomar unos tragos, solo ellos, quería que dejaran a la familia para reunirse durante el evento, lo cual aceptó enseguida porque se habían hecho muy buenos amigos.

Se saludaron cordialmente al encontrarse, tomaron asiento pidieron bebidas e iniciaron una amena conversación. En un punto de la misma comenzaron a hablar de sus hijos.

–Bueno yo tengo solo uno, su madre tuvo algunos problemas de salud y entre ambos decidimos no correr más riesgos.

–Bueno yo tenía 19 años cuando me llevé a la madre de mis hijos de la casa donde vivía hasta la hacienda de mis padres, la escondí por tres meses hasta que los malestares de su embarazo me hicieron decirles a mis padres sobre ella, así que a mis 20 tenía a mi primer hijo en los brazos, ella solo contaba con 17 años y te confieso que hoy en día viendo a mi hija le pido perdón a su memoria por haberle robado su juventud, aunque siempre me decía que yo era lo me