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Todos los capítulos de Embarazada de mi jefe gay: Capítulo 71 - Capítulo 74
74 chapters
Extra-IV Alexandros y Reyyan
Después de más de un día de viaje por fin llegamos a nuestro destino, tomo la mano de Reyyan y subimos al auto que nos llevará hasta donde nos hospedaremos los siguientes días.—Todo aquí es muy hermoso —comenta emocionada, bajando la ventanilla y permitiendo que la brisa le dé en la cara.—Me alegra que te guste y espera a que veas nuestro destino final.Regresa a su asiento y recarga su cabeza en mi hombro, entrelazando su mano con la mía. Al cabo de unos veinte minutos el auto se detiene, nos bajamos y subimos a una enorme lancha que ya espera por nosotros.Después de otro pequeño viaje, llegamos a un hermoso hotel compuesto de unos cuantos bungalows. Nos dirigimos al principal, donde nos atiende una pareja rusa un poco mayor y cuando el hombre toma nuestras maletas, nos indica que lo sigamos.—La mujer es muy hermosa —susurra Reyyan, girando su rostro, para lanzarle una breve mirada a la mujer rubia de ojos azules que permanece detrás del mostrador—. Casi podría jurar que parece u
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Extra-V Marcello y Gianluca
Marcello Los años han pasado y con ello mi relación con Gianluca se ha tornado en algo más formal, dado que me mude a su departamento, enamorándome cada día más de él por esa forma tan ocurrente que tiene de ser y por el gran corazón que lo caracteriza. Igual que cada mañana, lo observo como prepara nuestro desayuno, con ese sensual baile que hace volar mi imaginación en miles de formas en que podría hacerlo mío en esa cocina y justo cuando estoy por envolver mis brazos en su torso, el timbre me obliga a detener una de mis tantas fantasías. Abro la puerta y cuando veo a mi hermosa amazona con su mini amazona, las invito a pasar, cargo a esa pequeña copia de Alexandros en versión femenina y las llevo hasta la cocina, donde mi Gian sigue cocinando. Escucho atentamente como Reyyan se queja de que Alexandros le ha pedido matrimonio desde hace un año y cuando estoy por intervenir y felicitarla, mi Gian lanza su indirecta de que él también desea formalizar más nuestra relación, por un mo
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Extra-VI Marcello y Gianluca
Después de algunos meses de preparativos, Gian y yo por fin nos damos el sí, y junto con Alexandros y mi amazona celebramos una hermosa e inolvidable boda doble. Cuando termina la fiesta, ellos se separan de nosotros para tomar un vuelo que los dejará muy cerca de las Islas Cook, mientras que mi Gian y yo tomamos un auto que nos lleva hasta la hermosa playa de Las Teresitas aquí en España. Bajamos del auto y un encargado nos ayuda con nuestras maletas, tomo la mano de mi Gian, con la intención de dejarle en claro a cualquier persona que ese sexi y apasionado hombre ahora me pertenece, y nos dirigimos al elegante Hotel Stratford, damos nuestros nombres y enseguida nos dan la llave de nuestra habitación. Una vez que subimos al ascensor, me alejo del botones y susurro en el oído de mi corazoncito para que solo él pueda escucharme. —Lo de la cabaña de Orvieto será nada a lo que te haré hoy mi vida —veo como su cuerpo se estremece y al instante, me da un pequeño golpe. —N-no digas eso a
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Extra-VII
Años después Observo con orgullo como mis hijos se han convertido en adultos exitosos y si bien es cierto que me hubiese gustado que mi primogénita Alessia, tomase las riendas de la empresa junto con su hermano Liam, verla realizada como una de las mujeres más prometedoras en la política me hacen ver que mi hija es buena en todo lo que se propone. A mi lado, sosteniendo con fuerza mi mano, Reyyan me sonríe y sé que se siente de la misma forma que yo, orgullosa de los hijos que hemos criado. De un momento a otro mi vista se detiene en cierto individuo, el cual me pone de malas con su sola presencia y soltando un bufido le lanzo una mirada colérica. —Deja de hacer eso —me reprende Reyyan en un susurro. —¿Qué hice? —¿Qué hice? —repite, formando una fina línea con sus hermosos labios. —Es que mira a ese rubio oxigenado, se la pasa pegado a Alessia como si fuese una m*****a calcomanía. —Tú eras igual conmigo, con la única diferencia de que él sí la trata bien y tú a mí me gritabas y
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