Tengo que recordarme a mí misma que tengo que poner un pie delante del otro para caminar porque, en cuanto lo vi, fue como si me hubiese quedado completamente congelada en el lugar.Se ve hermoso, justo como Sol y Tina me aseguraron, él también se tomó el día de hoy para dedicarse tiempo para sí mismo. No sé quién lo ayudó, solo sé que fue todo un acierto.Con el frío, la pista de patinaje detrás y el abrigo negro que trae puesto, su piel blanca resalta aún más, viéndose casi como el mármol y, su pelo enmarañado le da el toque final.Cuando, finalmente, llego hasta él, me dedica una hermosa sonrisa:-Nicki –dice y veo cómo se obliga a tragar en seco- estás preciosa-Tú tampoco estás nada más Le respondo el elogio y el calor se apodera de mis mejillas como de costumbre cuando él se acerca a mí, tomando una de mis manos.-Entonces ¿cómo se te da el patinaje sobre hielo? –me pregunta-Si te soy sincera, solo lo intenté una sola vez en mi vida, y fue terrible, no, eso ni siquiera
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