Estar

A la siguiente mañana el sol entra a caudales por las ventanas acompañado del canto de los pájaros.

- Buenos días, preciosa –me dice Nate sonriendo

- Buenos días

¿Desde cuándo habrá estado despierto mirándome mientras dormía? Mis mejillas se tornan rosadas solo de pensarlo y luego rojas cuando comienzo a recordar la noche anterior.

EL ruido de unas llaves hace que los ojos de Nate se abran de par en par al igual que su boca y no tenga oportunidad de decirme nada más. Se sienta justo cuando la puerta se abre.

- ¡Papá! ¡Nicki! Estoy en casa –la voz de Alma resuena en todo el pasillo hasta llegar al salón principal donde estamos nosotros

Rápidamente, Nate toma una de las sábanas y nos cubre a los dos. Se voltea hacia mí con evidente pánico dibujado en su rostro.

- ¡Mierda! –maldice en voz baja, pero si pudiera hacerlo, lo habría gritado con todas sus fuerzas

No sé cómo lo hacemos, pero estoy segura de que tenemos el record en ser atrapados in fraganti por la niña de la casa. Deberían
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP