Me imposible no sentirme como una princesa en esta cita. Todavía no puedo creer que Nate me haya dado ese beso en medio de toda la multitud.

Con lo pequeño que es este pueblo, estoy segura que mañana en la mañana ya todos se encontrarán hablando de nosotros y de ese beso entre los dos.

El hecho de que me haya besado públicamente significa mucho para mí. Es la confirmación que había estado esperando durante lo que me parece demasiado tiempo.

Es la seguridad de Nate hecha realidad, su convicción de que quiere estar conmigo sin importar el qué dirán, sin importar las consecuencias. Me acaba de demostrar que solo le importo yo y eso es mágico.

Él se encargó de cerrar el patinaje con broche de oro gracias a ese tirón que me dio al aire. Tengo que admitir que, aunque me aterrorizó en su momento, ahora me parece una acción sacada de una película sinceramente.

Acompañados de esos aplausos, Nate me tomó de la mano y me sacó de la pista. Nos montamos en su coche y fuimos directo a la casa.

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