Era el último día del año, un año que quizás habría llamado relativamente normal hasta que sus últimas dos semanas se volvieron una completa locura, reflexionó Kate mientras ayudaba a Marie y su esposo a inflar globos para decorar la fiesta que celebrarían.Era irónico que en esos doce meses no hubiera pasado gran cosa, fue un año bastante tranquilo, en realidad, pero de golpe ¡zaz! En solo dos semanas su vida se puso completamente de cabeza, en las dos últimas semanas del año, para colmo.Y habían pasado tanto cosas malas como cosas buenas. Cosas muy, muy buenas, como reencontrarse con su amada hija. Y cosas, muy, muy malas, como que su casa se quemara y que intentarán secuestrar a sus dos hijos y que casi se llevarán a su hijo pequeño que de paso perdió a su perro favorito y...Wow, en realidad habían pasado más cosas malas que cosas buenas, y eran cosas realmente muy, muy malas... Por fortuna, el tener de regreso a su hija era tan maravilloso que ya compensaba todo, pero aún así n
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