Lana no podía hablar, sintió que estaba congelada ante Terry y su fría mirada azul —No quiero que grites, no quiero que hagas nada, solo escúchame, por favor. Ella asintió despacio y él la liberó, ella se quedó en calma, sus ojos estaban cristalinos —Terry… Él siseó despacio —No fuiste, Lana, te esperé, esperé por ti toda la noche, por amor, pero tú, volviste con ese hombre, el mismo que casi acaba conmigo, ¿Cómo elegiste a ese monstruo? —Terry, escúchalo, él no tiene nada que ver con lo que te ocurrió, Aaron es inocente. —¿Eso te dijo? ¿Eso es lo que te dices cada noche para no sentirte mal por mí? ¡Me traicionaste, Lana! Rompiste mis sueños de amor, me dolió, créeme, me dolió. —Lo siento, Terry, no te amo, te lo dije, amo a Aaron, siempre lo amaré a él. Terry frunció la boca, sus manos se volvieron un puño de furia, conteniendo toda su violencia, no quería perderla, no como a su exnovia Aranza —¿Sabes? He estado sufriendo por ti, mucho tiempo, pero no más, quería que lo sup
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