Momentos después, llamaron a la puerta. Era un la hermana de Tomado, les dijo que abuela quería hablar con todo en casa, mientras se vestían. Abajo en el salón el servicio preparaba algunas bebidas, Giovanna al parecer tenía algo que decir. Mientras esperaba a todo sus nietos, ordeno al servicio servir una suculenta comida que estuviera excelente; y cuando llegaron todos sus nietos se sentaron, Giovanna se sentía tan relajada que incluso había olvidado lo que tenía que decir, pero al momento, volvió a recordarlo. Y soltó un suspiro de alivio cuando las chicas de servicio, sirvieron la comida.— Abuela para qué nos quiero reunidos. Dijo Tomaso tomando asiento.— Ya les digo, a sí que por favor siéntense.— Porque siempre eres así abuela, de excéntrica, una cena para qué.— Porque se desesperan tanto. —en eso sale Sofía y dice.— El ser humano no sabe esperar.— Cierto… —contestó su prima segunda, y Selene también.— Disculpe la falta de grosería, pero al grano.— Por eso es que adoro l
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