Claro que la vida continúa para cada una de las personas que tuvieron que ver con Alexander O'Sullivan, en especial para su amada esposa que aún no había cumplido los treinta años y ya era una hermosa viuda y además una poderosa CEO.Eran muchos los que pretendían estar en la vida de aquella mujer extraordinaria, pero ella se tomaba las cosas con calma, tenía dos hijos y a ellos se debía principalmente, quería ser un buen ejemplo y si le tocaba volver a enamorarse quería estar consciente de que fuera un apoyo para sus pequeños y no causarles contrariedad.Estaban creciendo muy rápido, ya habían pasado desde aquel terrible día cinco años, Samuel estaba en los doce años, un adolescente muy maduro e inteligente, ese día la sorprendió con estás palabras.— Mamá, ya hace mucho que papá falleció, ¿no piensas rehacer tu vida? Eres muy joven aún, me gustaría tener un papá para conversar de vez en cuando y no extrañar tanto a mi padre ausente— le dijo Samuel.— Me imagino que si hijo, pero no
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