─Es un buen hombre, a veces creo que no lo merezco. ─mencioné siendo sincera.─El que no te hayas casado enamorada no significa que ahora estén mal, Alexandra. Las cosas ahora se ven mal para ustedes porque la pérdida de su bebé es reciente, pero, eventualmente, mejorarán. ─comentó abrazándome y yéndose junto a Dante.Dentro de la sala me estaba esperando Gabriel con una leve sonrisa en el rostro, la cual correspondí con otra.─He extrañado tanto no verte en casa, amor. ─mencionó mirándome─. Lo que Raquel dice es verdad, hemos podido hacernos felices, nos hemos sentido amados durante estos dos últimos años, Alexandra. Me mereces, te merezco y será así hasta nuestra muerte.─Quiero creer que es verdad, Gaby. Es solo qué… a veces, es complicado. ─respondí. ─Vamos a la cama. ─mencionó acercándose a mí para besar mis labios, me alzó en sus brazos cómo si no pesase nada y subió las escaleras─. Siempre evitaré tu dolor, amor. ─agregó.Cuando llegamos a la habitación me dejó cerca de la cam
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