Ánsar se quedó paralizado en el lugar.Su corazón parecía ser golpeado violentamente, una oleada de dolor punzante y palpitaciones desordenadas.Lucía lo miró con cierta extrañeza, sin pensar demasiado, se dio la vuelta y subió al coche. Omar llamó al conductor y ambos la escoltaron.Justo cuando el coche acababa de salir, Ánsar de repente volvió en sí y condujo apresuradamente para alcanzarlos.En todo el camino, siguió el coche de Lucía, su mano aferrando firmemente el volante, temblando sin cesar.En varias ocasiones, su vista se volvía borrosa.En su mente, resonaba constantemente esa voz nítida y dulce, y siempre aparecía una sonrisa o una mueca de esa persona.Siempre podía verla vistiendo un suave vestido largo de color lila, parada bajo la luz de la luna, sonriendo felizmente al verlo.Siempre podía recordar cómo ella lo había abandonado todo por él, a pesar de la traición de los demás.Y también podía recordar la conmoción, la ira y la desesperación en sus ojos cuando se enter
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