Paul se sorprendió.

Domingo solía ser frío y serio, rara vez mostraba este tipo de expresión fruncida y enojada.

Eso era bastante inusual.

Aún más inusual era que fuera por Lucía.

Paul sonrió, ayudó a Domingo a regresar a su habitación y el sirviente le trajo la medicina herbal que debía beber todas las noches.

Domingo frunció el ceño mientras la bebía y luego dejó la taza con fuerza en la bandeja.

"Señor, estoy un poco preocupado" dijo Paul, "el veneno está presente en toda medicina. Creo que sería mejor que bebiera menos"

"No hay problema" Domingo agitó la mano, "he estado tomando esta medicina desde que era joven, ya han pasado varias décadas y se ha convertido en un hábito. Además, esta es una fórmula de medicina clásica que ayuda a nutrir el cuerpo, ¡no habrá ningún problema!"

Paul quería decir algo más, pero abrió la boca y no dijo ni una palabra.

...

Por la noche, en Nyisrenda.

Lucía salió después de darse un baño y vio que Polo ya estaba durmiendo apoyado en la cabecera de la c