Polo, el hombre de 1,9cm, le cogió la mano y bajó la cabeza delante de ella, mirándola y sonriendo suavemente, —Lucí, mirá qué tarde es ahora...—Bueno, ¿y qué?—Entonces, ¿puedo no irme? —Discutió con ella—. Está muy oscuro, y no es seguro para mí viajar de vuelta. ¿Te parece bien que vuelva solo?Lucía soltó una carcajada que le hizo doler el estómago.Lo empujó tan fuerte como pudo hacia la entrada de la residencia, pero Polo era tan alto que ella no pudo sacudirlo con todas sus fuerzas.Con demasiada fuerza, perdió el equilibrio y cayó directamente en sus brazos...Polo aprovechó la situación para estrechar su agarre alrededor de su cintura, pasando su otra mano por su columna vertebral hasta su cuello y agarrándole suavemente la nuca.Lucía tuvo que encontrarse con su mirada para ver las dos bolas de deseo que ardían en sus ojos.Su corazón latió con fuerza y su carita se sonrojó, mirando hacia otro lado.—No... No lo hagas —Ella apretó contra el pecho de él, sintiendo un calor ab
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