Capítulo 57. |Llegada inesperada|
Islas Canarias, EspañaMax tenía la palma de su mano contra la boca de Emma mientras la embistió despiadadamente, los gemidos ahogados, crecieron conforme entró en ella. Tocó aquel punto de su interior que la hizo explotar de nuevo, sus uñas se clavaron en la piel de la espalda de Max provocando un poco de dolor, un dolor que era soportable, entonces, se vino después de ella, retiró la mano y la besó apasionadamente, no habían detenido su maratón de sexo de fin de semana, todo el día habían estado encerrados en la habitación principal, lo habían hecho por todo el lugar en cuanto se había ido la mujer que cuidaba la casa. Entrada la noche, se dieron un segundo baño después de volverlo a hacer en la ducha, finalmente habían detenido la actividad para cenar a la una de la madrugada. —¿Te falta mucho?—preguntó Max entrando a la habitación, Emma asintió poniéndose de pie para caminar hacia él y bajar a cenar, tenía mucha, pero mucha hambre, se sintió algo adolorida de ahí abajo lo cual nu
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