Conquistando a mi primer amor. Capítulo 26. Inquietud.
El reloj marcaba las últimas horas de la madrugada, Rayito y Nataniel se encontraban en la cama con pereza de levantarse, querían quedarse juntos, pero sabían que no sería buena idea, además, terminarían preocupando a sus respectivas madres.—Sé qué es duro levantarse y dejar la calidez de la cama y de nuestros cuerpos, sin embargo, debemos hacerlo, es solo temporal —le dijo Nataniel besando con suavidad su frente mientras no dejaba de acariciarle sus cabellos con ternura.—Lo sé, tenemos que tener una extraordinaria fuerza de voluntad —respondió ella y él asintió.—Y nosotros la tenemos, mañana es el primer día del resto de nuestros días y nadie nos podrá separar —susurró Nataniel.Así que finalmente y a regañadientes, se levantaron, se vistieron y se prepararon para separarse temporalmente. Sabían que debían respetar la tradición de no verse la noche antes de la boda, aunque se habían visto, igual, eso no hacía más fácil decirse adiós por unas horas.Rayito suspiró, una vez vestida,
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