Carolina despertó y observó a Richard durmiendo a su lado, era su amor, era su hombre perfecto, sonrió al verlo tan rendido, acarició su rostro «Te amo tanto, mi amor, ojalá, pronto, Dios nos dé la dicha de tener un hijo» pensó, ese recuerdo le evocó a Sarah, ella estaba embarazada y ahora sabía que ese niño era de Fred, Carolina sintió pena por ella y Fred, distanciados por algo tan tonto, y que un niño pequeño pagara las consecuencias de la situación, decidió que no podía vivir con eso en su conciencia, haría lo que fuera por hacer que las cosas fueran mejor, se levantó y fue al cuarto de baño, luego de una ducha, se vistió y salió de prisa, con sigilo, no quería despertar a su marido, luego le pidió al personal del hotel que le diera un recado a su esposo, para cuando despertara. Carolina tomó un taxi, y fue hasta el hotel donde debía estar Sarah. Fred estaba con su terapeuta, recién finalizaban la sesión —Te daré el alta para que salgas de este lugar, pero no serás libre aún de
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