—Ya estoy lista—dice Vittoria echándose sobre mi cama, tiene puesto una pijama rosa, la que antes usaba al venir a dormir conmigo. Al verla con eso puesto, no puedo evitar recordar los buenos tiempos, tiempos en que Vittoria no era tan arriesgada como para salir de su zona de confort, pero ahora, después de esta noche he de admitir que tal vez ya no la conozco tan bien como pensé. —Aun te queda—menciono y ella inclina la mirada para ver a que me refiero. Esboza una sonrisa amarga y luego arroga los labios para hacer un puchero —Deje de crecer a los diecisiete años. Suelto una carcajada, yo no soy mas alta que ella, pero su queja me hace reír. Los italianos son bastante altos y no suelen tomar enserio a chicas tan bajas como nosotras o al menos eso ha pasado con chicos que conocemos, por ello Vittoria es tan coqueta y atrevida, porque de no serlo, jamas saldría con nadie. —Por lo que sé, los hombres también, solo que depende de su genetica—le expreso mientras termino de aboton
Leer más