Ahora que lo pensaba sin duda debíamos haber pensado en esto antes. Tarde o temprano iba a ocurrir. Por lo menos por ahora parecía que todo estaba en orden, realmente la llegada de mi padre había sido una catástrofe. Cuando le vi salir del baño mirándome perpleja, como tratando de entender la situación, me encontré casi balbuceando como un estúpido. No precisamente porque tenía que explicarle, a una mujer con la que tenía un contrato, que teníamos que compartir un mismo lugar de dormir... sino porque no podía dejar de verla. No entendía a veces porque ella llamaba mi atención, sin duda había conocido mujeres hermosas de todo tipo, muchas de las cuales habían intentado acercarse a mí de cualquier manera, ya fuer apor mi titulo o mi fama. Pero Lisa se paraba frente a mi, para dormir una simple camiseta extra grande, que a simple vista no le favorecían lo absoluto. Y sin embargo, se les deslizaba de un hombro suavemente, se levantaba por sus piernas cuando se movía, y me tenía hipnoti
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