AUDREY Me giro en la cama, no he podido dormir nada porque sus palabras están dando vueltas y vueltas cada segundo.No sé cuánto tiempo pasa, pero llega el momento en que me quedo dormida, mañana tendré unas enormes ojeras.Al día siguiente, como lo supuse el cansancio, no abandona mi cuerpo, estoy a nada de quedarme dormida sobre mi escritorio.El día pasa lento, así lo siento, pero agradezco que no haya mucho trabajo por sacar. La próxima semana habrá una nueva reunión de inversionistas y analistas de las ventas, y ya está todo listo para ese día.Como todos los días laborales, se va en papeleos, copias y archivar más papeleo, platicar un rato con mi amiga mientras comemos a la hora que nos toca y volver a nuestros asuntos. Así pasa este día y el día siguiente, sin tanto escándalo, ya que los murmullos de los compañeros ya se han relajado un poco, puede ser que se hayan distraído en otra cosa.Sobre mi jefe, Daniel, solamente lo he visto cuando llega las mañanas y saluda con un “bu
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