Al entrar a la habitación, sus ojos grises claros se pasearon en los alrededores, todavía las luces continuaban encendidas, sin embargo no había señal de que ese hombre estuviera ahí, al menos no en el cuarto y su sector anexo. Sophia suspiró sintiendo un profundo alivio, se dirigió a su espacioso armario y comenzó a cambiarse rápidamente, quedando completamente desnuda. Se colocó su ropa interior baja y tomó una bata hermosa de un color celeste pastel, cuando estaba por ponérsela su mirada se paseó en la lencería que recién se había quitado y seguía en el suelo, al lado estaba la camisa manga larga oscura de su marido, la cual él mismo le había dado… Sophia lo pensó un instante. Él estaba dispuesto a hacerlo, al menos una vez.Ella retrocedió y escapó, todo por su sentido de sospecha y que no era lo idóneo para su plan. ¿Pero no sé había dicho a si misma que actuaría como ella quisiera, sin intenciones s
Leer más