LA ADHALIA NEGRA Tantas cosas pasan por mi cabeza tan solo en saber que estoy aquí, frente al hombre que muchas personas desearían verle tan solo para admirarle.—Una mujer digna de un hombre tan especial como Alejandro –, dice Santiago. Si tan solo supiera que no es ni la mitad de hombre que él piensa. – ¡Que grosero soy! –Dijo Santiago –, he quedado tan impresionado que me olvidé de presentarte a la bella de Asunción. Verónica, ella es mi esposa.Nos observamos y decido romper el silencio. – Una linda mujer digna de un gran hombre –, regreso el alago, espero Santiago tome la indirecta.—Gracias... ¿Verónica? –pregunta Asunción.—Sí, Verónica Amelia Dantes –, respondo.—Santiago, me gustaría que siguieras aquí conociendo a Verónica pero tu socio ya te espera –, interrumpe Alejandro.Maldita seas, ¿por qué ahora se lo lleva cuando estoy dando lo mejor de mí?—Oh, claro. Bueno, Verónica espero verte después. Mi amor –, se dirige a ella –, espérame con Tatiana. Le da un beso en la fren
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