Greg hizo que entrara a su casa que no era más grande que la de Leo pero igual de acogedora.—Greg —lo llamé tomándolo de la mano verdaderamente aliviada.Si él no me hubiera contestado no sabría qué hubiera pasado conmigo.Él se dio la vuelta para mirarme y yo le sonreí a medias.—Gracias por esto, de verdad.Greg me devolvió la sonrisa dándome una suave caricia en mi mejilla antes de dejar caer su mano.—No tienes nada que agradecer, eres parte de mi familia. Espero que lo sepas —dictó y fue imposible no sentirme conmovida por sus palabras.Pero antes de que pudiera decir algo más una voz llegó detrás de nosotros haciéndonos girarnos para ver a la persona que recientemente había llegado.—Buenas noches.Una mujer mayor fijó sus ojos en mi con curiosidad y yo me sentí ligeramente incómoda por ser una intrusa en su casa.Esta debía ser la abuela de Greg, de quien él ya me había hablado.—Buenas noches señora.—Nana, ella es Melissa. Se quedará esta noche con nosotros. Tuvo problemas en
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