Lauren llevó a Sebastián a una especie de mirador que se miraba abandonado, ahí pudieron ver el lago en todo su esplendor. Ella tomó la mano de su esposo y empezó a acariciarla para después darle un beso en los nudillos, sus labios se unieron en uno solo.— Quiero estar contigo — ella desabrochó el cinturón de Sebastián — no te preocupes que vamos a estar bien, solo se delicado.— Lauren — él la besó y bajó hasta su cuello — me has vuelto loco, te amo con locura mujer y no quiero que nunca te apartes de mi lado.Lauren se deshizo de su ropa inferior y se sentó en el miembro de Sebastián, él la sujetó con mucho cuidado mientras ella respiraba de forma entrecortada, no se movió ni nada y le dió tiempo para que su esposa se acoplara a su pene.— Quiero que te tomes tu tiempo nena, no hay prisas — él le dió un beso y mordió su labio inferior — soy completamente tuyo.Lauren comenzó a moverse, poco a poco, de forma pausada. Su mano tomó la mejilla de Sebastián y lo veía mientras se movía d
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