En el momento que Sol comenzó a masajear los pies de Lauren, ella soltó a llorar, recordó a Sebastián viéndose pendiente de todo los achaques que el embarazo le ocasionaba y lo mucho que lo extrañaba.— ¿Qué sucede? — Sol la miró con dulzura — ¿Esto es por Sebastián? Vamos, si es así solo dilo. Mi mamá decía que las penas compartidas pesan menos, se supone que soy tu amiga después de todo y si no me confías estás cosas pues no tengo una bendita idea de la persona con la que seas capaz de hacerlo.— Extraño a Sebastián, me siento tan sola en esa casa y me duele demasiado. La otra noche me dió un calambre tan fuerte y por costumbre lo llamé pero me solté a llorar porque lo sucedido con él me vino de golpe, también ese mismo día más temprano me caí por el mismo detalle.— Lauren, soy una persona que realmente cree en las segundas oportunidades mientras la falta no sea grave. Escucha muy bien, todos cometemos errores, el hombre perfecto no existe; nunca vamos a encontrar a alguien que cum
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