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Todos los capítulos de EL HIJO DE MI ESPOSO: Capítulo 41 - Capítulo 50
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Capítulo 41. No permitiré que lastimes a la gente que amo
Arion caminó detrás de Andrade por los pasillos de la cabaña, el llanto de una niña llenaba el ambiente y el hombre sintió que su corazón brincaba en su pecho, debió luchar contra las ganas de salir corriendo a buscar a su hija, pero no podía porque ese error podía costarles la vida a los otros, pues no tenía idea de cuántos hombres tenía Andrade trabajando para él.Llegaron al salón donde se llevaría a cabo la ceremonia, el corazón de Arion dio un vuelco al ver a la pequeña acostada en un corral, sin colchón ni nada, con sus ojos llorosos y sus manos agarradas del barandal. Aunque intentó resistirse, no pudo hacerlo porque el instinto de proteger a su hija, era mayor.—¿De quién es esa hermosa bebé? —le faltaba solo unos pasos para llegar a ella antes de escuchar la voz severa de Andrade.—¡Deténgase padre!Arion respiró profundo, se giró lentamente hasta encontrarse con la mirada de Andrade, quien se quedó observándolo como si quisiera escudriñar en lo más profundo del hombre, por e
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Capítulo 42. Condición delicada
Felipe cuando vio la escena le disparó a Andrade y lo hirió. El hombre cayó al suelo, derrotado y herido. En ese momento Arion abrió los ojos y reaccionó, se acercó a él, sacando el arma que tenía entre la sotana y la apuntó hacia su hermano. El hombre intentó otra vez incorporarse, pero Arion lo derribó de nuevo al suelo con una patada, pues las balas que había disparado no le afectaron porque Felipe le había dicho que se colocara chaleco antibalas y estas, aunque lo lastimaron por el impacto, no lograron herirlo.Arion se quitó el chaleco mientras Andrade yacía en el suelo, pálido y temblando. Sus ojos se posaron en los de Arion, que lo miraba fijamente. En ese momento, el odio había desaparecido de sus ojos, solo quedaba el miedo. Y entonces supo que había perdido y Arion había ganado, eso desató en su interior unas inmensas ganas de hacerlo pagar.Con una mirada de puro odio en sus ojos, Andrade miró de soslayo a Arion y se mofó de él cruelmente.—¿Vas a matar a tu hermanito? —l
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Capítulo 43. Son ellos mis joyas
Maya se dejó caer en la silla y lloró inconsolablemente, mientras Guido trataba de confortarla. —Lo estamos monitoreando de cerca y lo estamos tratando, pero necesitamos que nos ayude. Lo importante ahora es mantener la calma y orar —señaló la enfermera, y Maya sentía que su mundo se derrumbaba,—Esto debe ser una pesadilla… primero creí perder a mi hijo, sentí que el mundo se acababa… odié a todo el mundo, quería matar a Arion, lo odiaba con toda mi alma a pesar de lo que había sentido por él. Porque nos echó sin contemplaciones, me preparé para odiarlo y destruirlo y después descubro que mi hijo no murió, aún estoy celebrando y mi hija es secuestrada, cuando pienso que ya el momento de ser feliz ha llegado, le pasa esto a él… no quiero que se muera… daría todo lo que tengo por verlo bien. Me habló de sus niños de la Fundación ¿Qué quiso decir? —interrogó ella y Guido le empezó a contar.—Cuando creyó que su hijo había muerto por su culpa, se tiró al abandono, pero luego, decidió de
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Capítulo 44.  Despertando
Al acabar de leer la carta, Maya se quedó en silencio, sintió una mezcla de emociones y sentimientos, llanto y alegría.Ella ya había tenido la confirmación de que no le había mentido cuando le dijo que se sentía en deuda con ella. Las últimas palabras la conmovieron profundamente.Exhaló un hondo suspiro, mientras sollozaba de emoción, de tristeza y de arrepentimiento y en el fondo trataba de luchar contra su miedo… no quería perderlo.Por un momento, su mente se quedó en blanco, tuvo que sostenerse y apoyarse en la mesa porque por un instante pensó que se desmayaría.Intentando recuperar la compostura, miró a los abogados.—Realmente, no sabía esto, tampoco sé que hacer ¿La empresa no está en riego?—No, el señor Arion se encargó de todo, los contactos, las supuestas contrataciones y toda la información que lograron recabar los espías en un 90% fueran falsas. No hay ningún problema con la empresa, no tiene por qué preocuparse —dijo el abogado con tranquilidad.—¿Y la información en
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Capítulo 45. Eros y Afrodita
—Maya, deja a nuestro hijo… no es que me prefiera a mí, sino que está preocupado por mi salud y porque no me había visto ¿Verdad hijo?—Si es eso… te he extrañado mucho papá, ya quiero que regresemos a tu casa los cuatro, mi hermanita muy linda, mi mamá, tú y yo —le dio un beso a su padre y después se giró hacia su madre y la abrazó provocando una inmensa alegría en ella.—Yo también quisiera irme, no me gusta la idea de estar acostado aquí, sin poder ir a algún lugar —respondió Arion y Maya protestó.—Lástima que no podrás irte hasta que estés bien —pronunció ella acercándose y abrazándolo.Conversaron un rato más con el pequeño Eton hasta que lo fueron a recoger, pero el niño se fue molesto porque se quería quedar con ellos y Arion debió convencerlo.—Debes irte a cuidar de tu hermana Fénix, además, de quedarte aquí puedes contagiarte de algún virus y enfermarte, entonces te dejarían aquí y no podríamos jugar cuando yo salga.Ante las palabras de su padre, el pequeño aceptó irse y e
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Capítulo 46. Una propuesta
Llegaron a la casa una mansión, ubicada en las afueras de la ciudad, con un amplio jardín y un estanque. Ella no pudo evitar sentirse emocionada, por un momento no dijo nada al ver ese nombre allí, pero eso le daba un indicio de cuán importante era para Arion. Quiso tratar de quitarle importancia y le dijo.—Seguro le mandaste a cambiar la tablita del nombre cuando supiste que yo venía —dijo para pullarlo y él soltó una carcajada.—¿En qué momento iba a hacer eso? Si quieres pruebas te las doy —pronunció mientras la tomaba de la cintura y entraba con ella. Ambos entraron con los dos pequeños en brazos, la mansión, era de dos plantas, decorada con muy buen gusto, color turquesa en los muebles y azul pastel en el borde del escritorio, muy acorde a la personalidad de ambos. En los pisos había alfombras color crema, los suelos eran de madera y algunas de las paredes estaban pintadas de blanco. El piso superior tenía tres habitaciones y el principal, además en el piso inferior tenía vari
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Capítulo 47. La felicidad
Maya se quedó sin palabras, no podía creer lo que estaba pasando. Lo único que quería hacer era gritar "¡Si!, ¡por supuesto!" Pero en lugar de eso, se tragó saliva y dijo:—Arion, yo... no sé qué decir. Esto es impresionante, jamás pensé que tendrías este detalle, sobre todo si consideramos que ya estamos casados y…—Voy a decirte algo Maya… nunca es suficiente para demostrarte cuanto te amo… por mí nos podemos casar cada año si tú así lo deseas. Y si mi trato no es suficiente para que te abras a mí y confíes en mí, entonces significa que no me estoy esforzando mucho y debo hacerlo… te amo profundamente y quiero todo contigo, tu amor, tu amistad, complicidad.Ante la declaración de Arion, las lágrimas de la chica empezaron a rodar por sus mejillas, y él las enjuagó suavemente.—Por favor, no llores, mis palabras no son para ponerte triste, sino feliz —habló con preocupación.—Arion, no estoy llorando de tristeza, sino de felicidad… todo esto me parecía tan lejano, que estar viviéndolo
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Capítulo 48. Ayudar a otros.
Estiró su cuerpo y giró su rostro para observarlo, su piel bronceada iluminaba el cuarto, era una visión de ensueño y su rostro era el de un ángel.El hombre a su lado se movió, y ella sintió como su brazo se deslizaba por su cintura. Después, los dedos de Arion comenzaron a recorrer su espalda suavemente y su mano deslizó suavemente un mechón de cabello que había caído sobre su rostro.Ella levantó la cabeza y besó su pecho, arrastrando su lengua por su piel. Arion la tomó de la barbilla y la miró a los ojos, ella se sonrojó al ver la intensidad de su mirada; esa mirada la hacía sentir más que nunca que en realidad estaban hechos el uno para el otro.—Buenos días, amor —susurró Arion, sonriendo.Maya le devolvió una sonrisa radiante, e inconscientemente juntó sus cuerpos con los de él.Arion la observó, sus ojos ardían con una intensidad sobrehumana.—Mmmm... ¿En qué estás pensando, amor? —le preguntó ella con dulzura, besando de nuevo su pecho desnudo, mientras las manos de él recor
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Capítulo 49.  No haré nada en contra tuya
La joven familia, Aetón Sinclair, estaba en proceso de adoptar veinte niños de diferentes condiciones pertenecientes a la fundación que llevaba el nombre de su hijo. La pareja estaba comprensiblemente nerviosa por asumir esta enorme responsabilidad, pero sabían que era lo correcto.Querían dar a estos niños un hogar cariñoso y proporcionarles todas las oportunidades que se les habían negado en sus jóvenes vidas.No podían olvidar, ella cuando estuvo prácticamente desamparada sintiéndose impotente con un niño enfermo y él porque aprendió cuando los creyó muerto, que debía ayudar a los demás, que venir a la vida tiene más que un propósito de atendernos y satisfacernos a nosotros mismos, sino también a ayudar a los demás en la medida de sus posibilidades.Sentía que era una deuda que tenía con ellos, porque habían estado allí para él, dándole un nuevo impulso en su vida. Mientras terminaba de ordenar sus cosas y las de Eton, para viajar a Atenas a realizar el proceso de adopción, porque
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Capítulo 50. Debemos salir de aquí
Arion dudó, se encontraba en una disyuntiva, por una parte, veía que no era conveniente, sabía cuáles eran los sentimientos de Delia por él, y si la aceptaba eso le podría traer problemas con Maya, por nada del mundo quería que alguien se interpusiera entre ellos, demasiado le había costado la felicidad para ponerla en riesgo.—Lo siento Delia… no puedo llevarte conmigo a Londres… los dos sabemos cuáles son tus sentimientos hacia mi… no puedo arriesgar la tranquilidad de mi esposa y nuestra felicidad —pronunció con sinceridad.Delia fijo su atención en su rostro por unos segundos. Ella sonrió sintiéndose ofendida al mismo tiempo que negaba con la cabeza.—¿Desconfías de mí? ¿Me crees capaz de insinuarme a ti y de hacerle la vida imposible a tu esposa y a ti? Arion, si así piensas no me conoces. Tú y yo tenemos más de tres años conociéndonos y jamás me insinué y si lograste saberlo fue porque necesitabas una mujer para casarte para adoptar a Eton… yo sé cuál es mi lugar… y si logré sen
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