Capítulo 16SantiagoHelena es una persona muy difícil para todo, hasta para tener cualquier tipo de plática era irritante convivir con ella, lo bueno es que todo lo hago por el bien de mi hija y solo por ella eso era lo que tenía que meterme en la cabeza siempre, para tolerar a esa mujer, si tan solo fuera sumisa como Alicia, nuestra convivencia sería más amena.–Permiso, Santiago.Alicia, siempre estaba presentable, es algo digno de ver. Nada que ver con la mujer con la que me he casado.–Pasa y cierra la puerta.–He venido a traer tu correspondencia y tienes una llamada de tu esposa, ya la pasé a tu extensión. Permiso.–Nada de permiso, dame un beso.–Santiago, tienes la llamada de tu esposa.–Cuando te doy una orden, la acatas y punto.Abarqué su boca con mis labios, besándola a la fuerza al principio para que después pasara lo de siempre, que la hiciera derretirse y me atrevo a decir que más que el aliento, robé de ella un orgasmo discreto.–Gracias, pero no salgas. Espera aquí,
Leer más