Karoline se disculpó una y otra vez con Donatello, el suspiró, sin soltar su mano, se dirigió a un lugar apartado, lejos de la mirada indiscreta de sus familiares. —Se que no eres culpable, ya no tienes que disculparte. —Dijo mientras le pedía sentarse sobre uno de los sillones que había en la terraza. —Solo te pido que me escuches, para mi es dificil abrir mi corazón ante alguien, pero no deseo que esto siga adelante sin que te enteres de lo que ha pasado, a Antonella la conozco desde que éramos pequeños, nuestras familias eran muy unidas en ese entonces, fue mucho antes de la muerte de mis padres, crecí enamorado de ella, poco antes de entrar a la universidad, aceptó ser mi novia, hicimos juntos muchos planes, en el penúltimo año de nuestras carreteras universitarias, acudí a una fiesta, ella no había querido ir, se sentía cansada, yo le dije que tampoco iría, pero me convencieron mis amigos, era la despedida de nuestro entrenador de fútbol americano, como era la estrella del equip
Leer más