El vasto despacho del director decía mucho de su estatus en la sociedad. Una amplia estantería se alineaba en la pared del fondo, detrás de su escritorio. A lo largo de la pared derecha, cuatro pedestales mostraban respectivamente una estatua que representaba una sección dentada de la piedra arcoíris de las minas, una versión gigante de otra piedra multicolor muy marcada que flotaba unos centímetros en el aire, una pantalla holográfica de una criatura que Kary no conoce, animado, que de vez en cuando se plegaba sobre sí mismo y el molde de un zapato. ¿El molde de un zapato? Kary quiso soltarse a reír, eso era demasiado al azar para una institución tan grande y responsable como el consejo, pero se contuvo, quién sabe qué diría el director o peor aún, si se lo tomaría como una grande falta de respeto que se riera de lo que sea que ellos exhibían con tanto orgullo.En el lado opuesto, unas grandes puertas de cristal daban a un balcón que daba a un patio donde los aprendices entrenaban co
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