Camila está demasiado asustada al lado de aquel hombre misterioso que se cubre el rostro con una máscara para no ser descubierto por alguna cámara de seguridad en los alrededores de la clínica, el otro hombre que maneja el auto sí está con su rostro al aire libre, pero aun así ella no lo reconoce.El hombre, al observar que ella está temblando, decidió descubrir su rostro para que ella sepa de quién se trata y cuál es el motivo de su secuestro.Camila se quedó helada, ese hombre es uno de los que ella le teme, prácticamente es su principal enemigo declarado y jurado, su temor aumentó cada día más y en su mente ruega para que no le haga daño tanto a ella como a su bebé.— ¡Papá! Me dijo tu hija Tamara, que habías muerto en la cárcel y hasta demostró su sufrimiento por tu partida.— Ja, ja, ja, mala hierba, nunca muere, querida hija. —Se burló el padre.— ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me llevas por la fuerza?— Vamos a ver si secuestrando a la esposa del millonario Kaffati, nos conseguim
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