—Es, eh… todo tuyo,— Ariana le dio unas palmaditas a Edmond en el brazo mientras caminaba hacia la puerta principal. —¡Buenas noches, Anthony!— dijo por encima del hombro.—Espera un momento,— Edmond intentó detenerla. —¿Ocurrió algo? ¿Se portó mal o algo así?——No, se portó genial—, contestó Ariana con ojos huidizos. —Pero te no voy a mentir, estoy cansadísima. Tiene más energía que una aquel edificio de energía nuclear.——Hmm,— Edmond murmuró. Eso no sonaba como Anthony. Por lo general era bastante apagado, contentándose con sumergirse en un proyecto que no incluía a otros.Cuando Edmond entró en el salón, hacia el sonido del televisor a todo volumen, oyó a Ariana abrir la puerta de entrada, y después de prometer llamar a Belinda para obtener todos los detalles en directo de su cita, se había ido.—¿Anthony?— Edmond se acercó a él con cautela.Anthony se volvió hacia el sonido y luego se centró en Edmond, sostenía un Pixy Stix abierto en cada mano.—¡Estás aquí!— exclamó con una can
Leer más