— Huevos revueltos, pan tostado, frijoles molidos, jugo y leche — le dije omitiendo una cosa que también me gustaba pero no pensaba decírselo — cuando desayuno eso soy la mujer más feliz sobre la faz de la tierra. — Ok lo tomaré en cuenta — me dijo sonriendo — para la próxima vez.Yo comí y luego él se llevó la bandeja, subió y se acostó a mi lado entonces respiro cerca de mi cuello logrando que me erizara la piel.— Lo siento — me dijo — no tienes idea la falta que me hiciste.— No se preocupe — le dije tranquilamente — solamente que me dio un poco de cosquillas.Sin sentirlo me quedé dormida y cuando desperté el señor Lund me miraba fijamente entonces sus labios se dirigieron a mi cuello haciendo que me estremeciera y me levantara de golpe al sentir algo que no debía sentir.— Me tengo que ir — le dije inmediatamente y comencé a bajar las gradas rápidamente.— Lucía espera, yo te llevo.No le hice caso y salí corriendo, un taxi iba saliendo por suerte entonces me su
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