Cap. 78: Ella la dejó allí encerrada
Cap. 78: Ella la dejó allí encerradaMaría sintió más pena aún por aquella mujer y también por Marlene ahora.—Entonces hágase un examen de conciencia, pero yo hablo hoy mismo con mi yerno, su hijo.Salió de la habitación, pero puso en la mano de la mujer un carrete de hilo blanco y una aguja ya con hilo de color negro, mientras le decía:—No sé qué color es el que necesita, pero aquí los tiene todos, le dio la cestita con todos los colores.***Aquella noche Ritter oyó en el pasillo las risas que salían desde la habitación de los niños. El espacio de allí era bastante amplio, pues cada uno tenía su habitación individual, pero también cuentan con espacios para que tanto los morochos como Egmont puedan jugar, andar de rodillas por el piso a gatas, o caminando en los espacios destinados para ellos, las cominerías con agarraderas de lado hasta que afianzaran su seguridad sin sostenerse, también habían colchonetas y el área para jugar con columpios, toboganes, caballitos mecedores, car
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