Del 100% de la boda, podría decir que un 50% de esta había resultado exitosa. La otra mitad dependería de qué tan bien se desarrollaba este banquete más cerca de la mansión Brown, y como es de esperarse, la decoración sobre pasa al número de invitados. Esta vez tenemos una mesa larga de madera con estética rústica, los platos y copas, en compañía de varios arreglos naturales que le daban el mismo toque natural que la ceremonia tuvo. Aunque el mismo problema se repetía, los esposos, Sara, Celia, Selena, Leonor, Lemuel y el sacerdote que había sido invitado al ser amigo de la matriarca, eran pocas personas para todos estos puestos. No digo nada con respecto a eso mientras ocupamos nuestros asientos. Leonel y yo nos sentamos a la cabeza, y al lado de cada quien nuestros respectivos invitados. Sara queda entre Celia y yo, porque esta no la quería soltar, tenía mucho tiempo sin verla, y mi pequeña, tenía mucho que contar sobre cómo organizó esta boda con su abuela como para soltarla. Los
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