ChantalLos días que siguieron transcurrieron con normalidad, lo mejor de todo es que ya me había recuperado por completo. Entre las medicinas y el cuidado de mis padres fue más que suficiente para eso, ya solo me quedan unos cuantos moretones que van a terminar de aclarar con el pasar de los días.Por otro lado, el idiota de Bastian no ha hecho acto de presencia, pero no ha dejado de enviar sus maravillosos y deliciosos presentes. Esos me llegaban tres veces al día, el corazón me daba un vuelco tan grande que no sabría explicar con palabras cada una de las sensaciones que experimenté al recibirlas. Mi madre, aunque no dijo nada, sé que por su cabeza pasan miles de preguntas que de un momento a otro van a ser expuestas.Termino de arreglarme para ir hasta la cocina y tomar el desayuno que mis padres han dejado para mí. Ellos no se lo esperan, pero hoy los voy a ayudar en la panadería y estaré hasta la noche. Voy a aprovech
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