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Todos los capítulos de Eres Mi Destino : Capítulo 51 - Capítulo 60
103 chapters
51 Recuerdos de Elior
EliorAl siguiente día en la universidad le conté a Ignacio y a Bradley del compromiso no lo podían creer. No sé qué le voy a decir a Natasha, yo salgo con muchas chicas pero la fija que nunca dejó a un lado es a Natasha. Digamos que ella me acepta como soy, nuestra relación es muy abierta. En esos día me ponía de mal humor de solo pensar en esa chica. La odiaba y sin conocerla cuando llegó él día de conocer a Amelia era un sábado. Para mi desgracia llegó ese día que no quería que llegara nunca. Me vestí elegantemente pantalón negro chaleco negro y debajo una camisa verde que resaltar mis ojos verdes me mire en el espejo. Más atractivo de lo que soy es imposible, siempre he disfrutado mi soltería algo que por culpa de mi padre voy ha tener que olvidar. El chófer nos lleva a la residencia de los Hilton, nunca había ido cuando llegamos él conductor abre la puerta de la limosina y mi padre se baja primero después yo. Miro la mansión… Por… fuera antes de entrar todo es como me lo esper
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52 Fuera de la ciudad
CamilaMe siento en el sofá frente al televisor, para ver una película en N*****x, se llama corazones malheridos mientras como palomitas y bebo gaseosa de Pepsi cola, la película termina como me gusta con un final feliz.Cuando terminó de verla me voy a cepillar los dientes y subo a acostarme, reviso mi móvil y tengo un mensaje es de German y también dos llamadas perdidas de Elior. Me llega una notificación Ignacio subió unas historias a su I*******m, yo lo había bloqueado, pero ya lo desbloque des mis redes sociales, reviso su I*******m porque lo empecé a seguir otra vez, él tiene mucho seguidores y podría jurar que la mayoría son chicas, reviso sus historias subió tres.La primera que leí es una imagen.“El destino nos separo pero aún así no dejo de pensar en ti”Reviso la segunda y dice:¿Y si dejas tu peleadera y regresa conmigo? Yo sé que todavía me amas… Leo el tercero escribió:Ni en está vida y ni en la otra dejaras de ser… Mía.Todas sus historias son unas indirectas hacia m
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53 Miami
Insisto en decirlo y afirmarlo, él se ve tierno cuándo duerme y no sé por qué pero quiero besarlo, abrazarlo, controlense hormonas, él es un chico comprometido y él que me haya traído contra mi voluntad consta como… Secuestro…Sí, pero como ya yo soy Camila la masoquista, lo que me falta ahora es desarrollar también el síndrome de estocolmo.Muevo un poco su brazo, —Ignacio, despierta ya llegamos a Miami —le digo en un tono suave, él abre lentamente sus ojos verdes sonríe y me abraza.—Quisiera que todos mis días fueran así, despertando a tú lado —musitó cerca de mí oído—Ya suéltame y bajemos, —pronuncie, esas palabras secamente y lo empuje, porque quiero ir a la playa siempre me ha gustado desde que soy una niña.Él se levanta y toma mi mano pero yo me suelto bruscamente de él, —Te dije que dejarás las peleas conmigo pecosa, si sigues voy a exposar nuestra manos. —advirtió.Lo miro unos segundos seria mientras cruzo mis brazos, abrazando mi cuerpo porque sé que Ignacio es capaz de h
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54 Alba
CamilaAquí estamos los dos, él tratando de derrumbar ese muro alto que levante para no volver con él y solo con eso, con unas tiernas palabras, con sus ojos verdes nublados y un profundo arrepentimiento en su rostro. Yo también lo miro conmovida y el coloca una mano en mi espalda y lleva su otra mano a mi cara y con su pulgar acaricia mis labios varias veces, yo cierro mis ojos porque deseo que él me bese, quiero volver sentir sus carnosos labios otra vez. —Joven con su permiso me retiro, buenas noches . —es él mayordomo… Él baja su mano de mi rostro, mira al mayordomo y responde —Okey que pase buenas noches —él señor se retira y yo me separó de él, para cortar un poco la tensión de atracción que emana de nosotros. —Yo también me voy a mí habitación Ignacio —Está bien vamos yo también me voy acostar —fue lo único que dijo y tomó mi mano y otra vez no protesté, subimos la escalera y entré en la habitación izquierda… Y él en la suya. …… No traje pijama, me quito las sandalias
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55 Lo que pasó en París
Él también me miro unos segundos y respondió: —No primero vamos a dar un recorrido por el yate y después hablamos de eso —extendió su mano, pero antes me comí otro sushi y me termine de tomar mi segunda copa de champaña, después limpie mi boca con una servilleta… tome su mano y entramos a la sala del primer piso, donde hay varios sofá blanco caminamos un poco más y también hay un bar. La claridad entra por las grandes ventanas, seguimos caminando y subimos al segundo piso ahí está otra piscina y unas asoleadoras dónde uno se puede acostar a tomar el sol. Salimos de ahí y vamos por un pasillo donde hay varias puertas de unas finas maderas, el piso está cubierto por alfombra y subimos unos cuatro escalones. Él se acerca a una puerta de metal escribe un código y está se abre, apenas ponemos un pie adentro las luces se encienden, frente a nosotros hay otra sala con un sofá, un pequeño bar y una nevera ejecutiva, seguimos caminando y la puerta de metal se cerró sola. Él caminó hacia u
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56 La moto de agua
Ignacio Camila se mantiene en silencio y abrazándome a estado rechazándome porque seguro le gusta bastante el maldito de German Palacios, desde que llegué de París estaba como un ciego y no quería ver la realidad, me separo y la miro fijamente la conozco también que juraría que ella está pensando en él maldito pandillero ese, y yo no me dejo robar lo que es mío y si no le e reclamado lo de German es porque no la traje para eso… Tocan la puerta de mi dormitorio —Ya vuelvo mi pecosa —cuando abro es uno de los empleados del yate —Joven ya está listo la moto… —Gracias —antes de traer a mi pecosa a la habitación mandé preparar la moto de agua para irme a pasear por el mar con ella… Después de a hablar con el hombre cierro la puerta y me devuelvo, pero primero voy a la habitación, en un mueble que esta cerca de la gran ventana hay un pequeño bolso, lo abro y saco un frasco de protector solar a Camila a veces se le olvida usar el protector y me imagino que como no sabía que veníamos a Mi
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57La Élite
German PalaciosMuchas cosas tengo que pensar y decisiones que tomar, ya lave mis dientes así que coloco el cepillo dental en la cajita dónde va y salgo del baño de mi habitación, porque me voy a dormir, pero antes reviso mi móvil y no hay ningún mensaje de Camila hoy es sábado y ella no ha dado señales de vida. Se que no es su obligación escribirme y contestarme los mensajes pero quisiera saber ¿Qué hace? ¿O cómo está? Le timbro cómo décima vez y suena la contestadora. Levanto mi cobija y me voy a dormir. … Un sonido me despierta, se que es mi móvil, extiendo mi mano y lo tomo de la mesa de noche miro la hora y son la dos de la mañana y lo revisó para ver si es Camila y no es John. Le contesto —¿Por qué me molestas a estas hora? Se escucha el sonido alto de la música. —Préstame veinte mil dólares estoy en el club si no pago no me dejaran ir. Abro mis ojos molesto. —¿Qué carajos veinte mil dólares? ¿le compraste trago a todo el club? —No me regañes German y préstamelo, tú sa
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58 La Decisión
Mi cuerpo se debilita al punto de que me sostengo del barandal, porque todo me da vueltas y siento unos brazos rodearme sosteniendo mi cintura para que no me desplome.—¿Te pasa algo? —pregunta con un tono de voz preocupado.—No sé, me mareé. —respondí débilmente llevando mi mano a su hombro para sostenerme de él.Él coloca su mano detrás de mi espalda y la otra debajo de mi pantorrilla y me carga. —¿Ah dónde me llevas? —pregunte un poco mareada.—Ah tu habitación, creo se te bajo la azúcar porque estas muy pálida —entramos y él me deja sobre la cama.—Ya vengo voy a traerte un vaso de agua con estevia. German se me confeso el día que me fue a visitar y me pidió la oportunidad de que fuéramos novios y yo le dije que me dejara pensarlo. Por el rechacé a Ignacio, no voy andar con los dos al mismo tiempo, me quiero decidir por el músico, cuando vuelva a Nueva York le daré la respuesta. Y que pase lo que tenga que pasar… esa es la voz de mi conciencia.Ya me estoy volviendo loca.
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59 ¿Qué es mentira y qué es verdad?
Aviso capítulo para adultos, si no le gusta esto esperen el siguiente.Ignacio La abrace fuerte, para sentir que esto es real y que no es un sueño, que ella está aquí conmigo sentada en mi regazo, dándome esa mirada de ternura con la que siempre solía mirarme, acarició su cabello rubio, ese que dejó de trenzar cuando cumplió los doce años de edad, porque según ella eso la hacía ver más niña.Nunca me imaginé que podría conocer el amor al lado de Camila, ella saca a la luz mi lado más cursi, ese que ni yo sabía que existía en mí y que solo se activa por ella. Unos minutos después ella se, se para de mí y nos miramos, acarició mi cara con una sonrisa y yo llevé mis manos hacia su cintura —Levántate que nos vamos —le dije y lo hizo. Cuando nos levantamos, la conduje hacia la cocina para buscar dos copas y la botella de champaña, cuando entramos estaba oscuro, porque los empleados ya se marcharon a dormir, no sé veía casi nada así que saqué del bolsillo de mi jean mi móvil y le encend
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60 La Noticia
CamilaAbro los ojos lentamente, estiro mi mano un poco hacia el lado de mi novio, pero como siempre no está, él y sus costumbres de pararse temprano. No es que me moleste, es solo que me gustaría despertar y ver su cara y abrazarlo, pero que hago ni modo ya se fue. Me siento y estiró mis brazos hacías arriba, me duele todo el cuerpo, incluso esa zona entre mis piernas y no entiendo por qué, digo ya no soy virgen, pero lo peor de todo es que cuando estoy haciendo el amor con Ignacio nada me duele, soy tan pervertida que solo quiero que me siga dando más duro… La puerta se abre y él entra ya vestido con su jean negro y una camisa de cuadros negros y verde toda desabotonada dejando ver una franela blanca de algodón que lleva abajo y me gusta cuando se viste así, porque ese es un estilo parecido a la moda… de los chicos coreanos… Se acerca y está perfumado, carga una bandeja de comida en las manos sonríe al verme y coloca la bandeja en la cama cerca de mí. —¿Cuándo será el día
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