Cap. 31
—Yo Gerard, te acepto a ti Isela, como mi compañera, mi esposa. Prometo cuidar de ti, honrarte. Prometo estar ahí para ti y resguardar tu amor como el regalo más precioso en mi vida. Siempre estaré contigo en los momentos de tristeza y alegría. — Respondió el aludido con voz fuerte. En primera fila, Miranda secaba algunas lágrimas que no demoraron en desbordarse por la emoción. —De la misma manera en que se dirigió a Gerard, las mismas palabras fueron recitadas para la novia. Ella, sonrió, asintiendo primeramente con un gesto.—Sí, acepto. — Replicó extasiada. — En presencia de nuestra familia y amigos, me ofrezco solemnemente en ser tu fiel compañera en la salud y en la enfermedad, en los buenos y malos tiempos, en la alegría como en la tristeza. Prometo amarte incondicionalmente, apoyarte en tus logros, hónrate y respetarte, reír contigo, llorar contigo, y permanecer juntos en esta vida que compartiremos. — Ambos colocaron los anillos en el lugar indicado, sellando así la promesa d
Leer más