+Gisela++—Es una mañana preciosa, que bueno que ya te puedas poner de pie, aunque sea con un andarivel —siento unos brazos fuertes rodeando mi cintura—, no quiero tenerte prisionera, pero recuerda que no te gusta que te anden en la silla de ruedas, solo ha pasado quince días, hay que esperar un poco más para que puedan quitarte el yeso.Mi esposo se asombró de lo que vi fuera de esta ventana, y lamenté lo emocionada que caminaba la gente, sin mencionar a los niños que saltaban por los pequeños juguetes en sus manos.Estamos a unos días de del cumpleaños de Adal y de que la navidad venga a nosotros, y eso me dice: luces en las paredes y en toda la casa, árboles navideños, regalos para todos, unión familiar y amor para todos.—No me siento tan triste, al contrario, mi corazón quiere saltar de la emoción de que estamos a unos pasos de sentir las cosas nuevas y maravillosas —suspiro profundo, este año no será el mismo, mi hijo y yo estaremos rodeados de nuestra familia—, me gusta ver a n
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