Perdio la cabeza

Gracias a Dios terminé mi turno de trabajo, ahora estoy entrando a casa para darme una ducha de espuma para luego alistarme e irme por mi hijo y de paso hablar con Adal referente con lo que pasó ayer.

Eh... Estoy nerviosa, porque no sé cómo decirle Adal que acepto todo, pero con la condición de que revivamos todo lo que vivimos ayer. Ja, ja, ja, me siento toda una quinceañera porque mi corazón ha vuelto a latir descontroladamente.

Adal, me tiene que prometer día a día la promesa de no dejarme y a nuestro hijo. Que desde hoy en adelante seamos la familia que siempre debimos ser.

Ash, María me estuviese diciendo en este momento que me encuentro locamente perdida por no dejar que Adal siga insistiendo. Mi amiga María es un pan de Dios, que bueno que se haya quedado en España porque si no en este momento me estuviera matando.

Lo que María no entiende es que ese hombre todavía mueve mi corazón y no se diga de lo que siento cada vez que se acerca. He intentado ser fuerte y oprimir lo que
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo