++Rulo++Han pasado más de tres años que no he visto a esa mujer, no voy a negar que no perdí las esperanzas de volvérmela encontrar y más aún cuando mi tío me dijo que ella se había separado del jetoso ese del que se cree un dios por tener dinero.Pensé que al ellos no estar juntos ella podría darme la oportunidad que tanto he añorado, pero no, ella me ha dicho que sigue casada y con un hijo. Me pregunto, una y otra vez, “que tiene ese hombre, que no pueda tener yo”. Yo le puedo dar ese amor que ella tanto busca, ya que sería incapaz de lastimarla.Hice el intento de acercarme más a ella, de arrodillarme para pedirle su mano, pero no, ella me batió de primeras a primeras porque le dije que la amaba. ¡Eso no es pecado!La italiana no me puede ver con los mismos ojos que los mío, porque el dinero de ese hombre la deslumbran.Hace años atrás ese Müller me despidió porque no quería verme más, todo como si tuviese la culpa de que su mujer lo dejara y para no quedarme en el aire tuve que a
++Adal++La mujer de mis ojos ya quedó en mi casa, gracias a Dios ella aceptó quedarse y que nosotros nos encargáramos de cuidarla. Mientras la enfermera que está a su cuidado las veinticuatro horas a mí me toca presentarme en la empresa, ahora que estoy furioso con él tengo que poner un poco de orden con las cosas de la empresa.Lo primero que mis ojos ven al entrar a mi oficina es el rostro preocupado de Alfonso, sonrío al verlo así porque de verdad se debería preocupar, dado que mi mujer está en todo su derecho de demandarlo, eh, me corresponde a mí porque soy su esposo legal, pero ella me ha hecho prometer que no haga nada mientras no hablar de un par de cosas con su amiga.—Buenos días, al parecer madrugaste, porque hasta desayuno tienes en mi escritorio —recalco, dejo mi portafolio a un lado de mi escritorio; lo rodeo y me siento en mi cómoda silla—, ahora que estás aquí los dos tener un par de cosas de la que tenemos que hablar.Estoy furioso y él lo sabe perfectamente, y antes
++Gisela++Negué con la cabeza y aparté los recuerdos malditos. Su no recuerdo frente a mí era inevitable, lo que supuestamente pasó, no digo que el desafortunado abusó de mí o intentó matarme, todo pudo ser forzado y en un accidente.Hace un par de horas Dolores me llamó y me dijo que Lucero dejó dicho que volvería, que debía tomar un vuelo urgente porque su deber es y será poner las cosas en su lugar, que la disculpara, pero que no tenía otra opción.—Mi niña, un hombre está esperando, se llama Alfonso, es el mismo chico que...Ella lo mandó, es una vil cobarde, ya que no quiere enfrentar las consecuencias de sus actos. ¡Ella es la que me debe una explicación!—Está bien, ya era tiempo que los dos habláramos porque ella se ha ido y merezco que me digan la verdad, sobre todo lo que se dice de las pastillas —le ordeno y con estas ganas de levantarme de la cama el mal humor se hace presente, para luego recordar que a la que le estoy pidiendo que entre, es mi madre—, por favor y no tien
++Adal++¡Esto debe ser un dolor de cabeza! Por primera vez vi como mi hijo lloraba de dolor. Saliendo de la empresa recibí una llamada donde me decía que mi hijo estaba internado en la clínica y que un pediatra estaba atendiéndolo.Exigí que se me dijera qué es lo que estaba pasando y si Gisela estaba enterada a lo que me contestó mi madre llorando; “ella está dormida, no quisimos preocuparla y peor después de ver que no puede caminar”.No dije ni una solo palabra sobre el tema cuando le pedí que me diera la dirección, que tenía que estar con mi hijo.A pocos minutos llegué a la clínica, mi respiración estaba a mil por horas, no podía más y al estar frente a mi pequeño me desesperé más porque la calentura que mi madre dijo aún la tenía. Mi niño estaba sufriendo y ellos no hacían nada, solo era esperar. Hasta que agarré a mi bebé en brazos y me lo llevé de ese lugar, no lo estaban atendiendo como se debe, mi madre gritaba detrás de mis pasos y yo no pude más y le dije que mi hijo no m
+Gisela++—Es una mañana preciosa, que bueno que ya te puedas poner de pie, aunque sea con un andarivel —siento unos brazos fuertes rodeando mi cintura—, no quiero tenerte prisionera, pero recuerda que no te gusta que te anden en la silla de ruedas, solo ha pasado quince días, hay que esperar un poco más para que puedan quitarte el yeso.Mi esposo se asombró de lo que vi fuera de esta ventana, y lamenté lo emocionada que caminaba la gente, sin mencionar a los niños que saltaban por los pequeños juguetes en sus manos.Estamos a unos días de del cumpleaños de Adal y de que la navidad venga a nosotros, y eso me dice: luces en las paredes y en toda la casa, árboles navideños, regalos para todos, unión familiar y amor para todos.—No me siento tan triste, al contrario, mi corazón quiere saltar de la emoción de que estamos a unos pasos de sentir las cosas nuevas y maravillosas —suspiro profundo, este año no será el mismo, mi hijo y yo estaremos rodeados de nuestra familia—, me gusta ver a n
+Justo cuando Adal me estaba dejando sobre la cama, recibió una llamada a lo que lo llevo encerrarse en su despacho. Sin embargo, él se encargó de no dejarme sola, al contrario, corrió a traer a mi mamá mientras Dolores apareciera.Ah, ahora que recuerdo a mi amiga Dolores, ella está trabajando en la empresa de mi amado esposo, ya que no tenía pensado dejarla en la empresa de los padres de Lucero, eso serían injusto.—Hija, quiero decirte algo importante, no sé si es el momento indicado, pero de que tienes derecho de saberlo, lo tienes —dice tras acomodarse sobre la orilla de la cama—, me ha gustado estar aquí y deseo seguir siendo parte de la familia, pero...—guarda silencio.Mi madre me está poniendo nerviosa, no sé por qué me dice eso, ¿no se sentirá bien estar aquí? Nosotros somos su familia, no tiene que alejarse.—Madre, me estás asustando, me puedes aclarar un poco de lo que significan tus palabras, por favor, no me digas que tienes pensado irte, si es así no comprendo nada, y
—¡Dios! Vamos a la oficina de Adal, no te preocupes, esto es importante, pero espera, voy a llamar que alguien te cargue es sus brazos para bajarte, no podemos permitir que recargues el pie bajando las escaleras.Ah, gracias, ella es un pan de Dios, no sé, pero siento una esperanza. Mi madre encontrará esa cura, la ayuda de unos buenos médicos, sí, necesito que este más tiempo con nosotros.+No estoy segura de que haya interrumpido la reunión que tenía por medio de videollamada. Solo entre a su despacho, posándome frente a su escritorio con la compañía de mi madre y la madre de Adal.Hay algo obvio en todo esto y es que él me tiene que escuchar. Al vernos a las tres frente a su escritorio, él no dudó ni un segundo en terminar la reunión con las palabras, “continuamos luego, se me ha presentado un asunto personal”.—¿Pasa algo?—Sí, necesito de tu ayuda, mi madre está enferma —mis palabras salieron en un hilo de voz, de solo imaginarme que ella puede morir en cualquier momento se me h
Ya camino hacia la clínica le digo a Dolores que ponga un poco de música para emocionar el ambiente, claro está que sean suaves porque si no volveremos locas a las dos señoras. Oh, se me había olvidado que mi suegra ha traído consigo a fifí, es que no confía mucho en Adal que se diga y menos en el nieto. Estoy triste, pero a la vez las ocurrencias de ella me sacan una sonrisa, esa que me da fuerzas para alentar a mi mami.Estoy pidiéndole a Dios que me dé una oportunidad de seguir con mi madre, que no quiero que ella se vaya, no cuando todo ha vuelto a la normalidad, las cosas en su sitió. La felicidad no se puede acabar tan fácil, tengo todo lo que siempre he deseado, pero… Quiero que mi madre siga con nosotros, no quiero hacerme la idea de que pronto ella acompañará a papá, no.+Como que es cansado estar mucho tiempo sentado.Luego de dos horas de camino Dolores se detiene porque mamá quería ir al tocador porque sentía que su vejiga explotaría, mientras esperaba al par de mujeres l