—Los encontró Iker, Giovanni, los encontró— le escuchó decir, entonces él, la abrazó con fuerza brindándole todo el apoyo posible, verla llorar de ese modo le estaba partiendo el alma, no podía, no podía ver ese nivel de sufrimiento en su adorada Miranda— los encontró. . . —Miranda, mi amor, mi adorada Miranda, mírame— la alejó un poco, ella, levantó la mirada enfocándose en él, en la intensidad de sus ojos, mientras su labio inferior temblaba—No debes temer, yo estoy a tu lado, no estás sola y juntos resolveremos esto. —¿Me vas a ayudar, Iker?— preguntó sollozando. —¿Lo dudas?, no hay nada que no haría por ti, te entregaría todo de mí, si eso sirviese para no verte llorar jamás, no hay nada que no te entregaría, yo lo solucionaré, solo debes dejarlo en mis manos—ella asintió, mientras lloraba— te lo prometo. Ahora dime, ¿Qué sabes?—Yo lo sabía mi amor, esa angustia en mi pecho, ese sueño con mi hermana, yo sabía que algo malo estaba ocurriendo. Caruzzo, me llamo, Di Luca, los enc
Leer más