Despertar envuelta en la pasión de los brazos de Iker, era la mayor delicia de su vida, la boca de él besando los rincones de su cuerpo, sus manos recorriéndola, era una forma exquisita de enloquecerla, cuando Iker, se deslizaba en ella, llenándola, era la manera en la que alcanzaba su paraíso personal, nada se comparaba a aquella maravillosa sensación, de ser llena, complementada por el ser que amaba, era una experiencia sublime, no podía evitar las lágrimas en sus ojos, al ser poseída de aquella forma tan amorosa, cómo sólo él sabía hacerlo. Después de su encuentro matutino y de compartir la ducha, en medio de mimos y besos, se vistieron para ir a desayunar, Miranda decidió usar un hermoso vestido, en vista de que Iker, la había invitado a visitar a su madre, asegurándole que luego almorzarian en un lindo pero sencillo restaurante, así que, aunque sencilla, se vistió con prendas bonitas, secó su cabello para ondular un poco su rubia y espesa melena, además de colocarse un poco de m
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