La vida de casados era maravillosamente buena, dulce y sobre todo, muy apasionada y ardiente. Drew e Isabdiella, entraron a su nueva casa, desde la entrada principal les apareció preciosa, con una fachada imponente, sin duda una arquitectura majestuosa, pero entrar era maravilloso, te golpeaba un aire de elegancia y belleza. Una muestra más de como dos culturas se mezclaban, unificándose para encontrar la perfección. Vanessa, había hecho un trabajo maravilloso con la decoración, varios cuadros hechos por Zashirah llenaban el lugar de color, añadiendo así fotografías tomadas por la antigua Reina Norusakistana, ayudaban a otorgar el calor hogareño al nuevo lugar. —Lo amo, me encanta todo, mi amor— dijo Isabdiella emocionada, mientras caminaba junto a Drew, observando cada detalle de la casa— hicieron un trabajo majestuoso. —Estoy realmente impresionado— dijo él con una enorme sonrisa— mira las cortinas, las alfombras. ¡Es increíble! —Vanessa, me prometió que amaríamos el lugar, no m
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