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Todos los capítulos de A DIEZ PASOS DE UN GRIEGO : Capítulo 31 - Capítulo 40
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CAPÍTULO 30
MI LUNA DE MIEL ERES TÚDespués de asegurarse que el vestido fuera el correcto, la comitiva que formaron se dedicó a recorrer nuevamente la ciudad del amor.Neck moría de ternura cada vez que veía la cara de Mila enamorándose de aquella hermosa ciudad. Paris era el más hermoso destino para enamorarse del amor.Ahora sabía que quería enseñarle el mundo, hacerla sonreír y hacerla soñar como mismo lo hacía él con ella.Cuando la perseguía siendo un niño nunca pensó que serían compatibles en tantos sentidos, ahora le parecía que ese niño patético que había sido no pertenecía a esta vida. No tenía derecho ese muchacho a ser tan feliz, después de haber sido solo una alimaña cobarde que se arrastraba por la oscuridad con tal de verla «una alimaña gorda, ¡eso sí!»Estaba feliz, radiante y tenía la seguridad que nadie le arrancaría su momento feliz de las manos. Aquello era una sensación absolutamente increíble.—¿Dónde te gustaría la luna de miel? — le preguntó Neck a Mila una vez que llegaro
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CAPÍTULO 31
LOS DUQUES DE OURIOLEn la mañana siguiente lograron que Vincent los llevara a la residencia de los Duques de Ouriol, su familia.Aquella casa señorial parecía sacada del pasado.Mila estaba acostumbrada a vivir en ciudades con demasiada historia, pero aquello no era nada a lo que estaba acostumbrada. Mykonos y Atenas no se parecían en nada aLacayos uniformados los recibieron, y por alguna broma del destino al ver a Neck enfundado de negro en medio de aquel espléndido jardín lo imagino que en una sociedad como la que recreaba aquella casa, «él» su prometido sin duda sería un libertino rompecorazones de la época.Obviamente Vincent no se quedaba atrás. Él era el compinche Perfecto, y uno tan o más libertino que su Neck.Los padres de Vincent salieron a recibirlos eufóricos de que su único hijo volviera casa después de una larga ausencia, pero sobre todo que regresara en compañía de Nickolau Kronos comprometido.Conocían muy bien al mejor amigo de su hijo, y también eran de los escé
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CAPÍTULO 32
AMORES NO CORRESPONDIDOS Al final de la tarde en casa de los duques fue de ensueño. El atardecer en aquella finca en medio de la campiña francesa fue una total belleza. Ivette estaba cómodamente sentada junto a Ulises a y los ilustrísimos duques. Vincent parecía un muchacho castigado sentado un poco alejado del resto, y la feliz pareja de futuros esposos caminaban junto al lago tomados de la mano, sin darse cuenta que para el resto de los expectadores, aquella era la escena más romántica del mundo. —Si me sentí un poco celosa—confesó Mila rompiendo el silencio entre ellos— Sentí celos cuando vi como esa muchacha se te acercó con tanta confianza y rodeó tu cuello. —¿Ivette?— inquirió Neck asombrado y negó con la cabeza— Esa muchacha solo tiene ojos para un hombre…. ¡Un hombre muy idiota, por cierto! —¿Está que enamorada de Vincent?— preguntó Mila volviendo a mirar en dirección al sitio que ocupaba la bonita francesa de pelo negro. Eso explicaba por qué el mejor amigo de su pro
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CAPÍTULO 33
REGRESO CELOSO Y TORMENTOSO El aterrizaje en Mykonos fue una absoluta calamidad. Realmente las turbulencias fueron fuertes ocasionando que el avión se tambaleara en el aire cómo onda de cizaña durante un terremoto. En los años que Neck llevaba volando con Vincent nunca había sentido nada tan fuerte. El clima de las Islas Cícladas no era precisamente el más calmado. La noche era perramente oscura, y era difícil ubicarse con los indicadores de la pista por el exceso de nubosidad baja que rodeaba la areonave. Tampoco ayudaba que el experimentado piloto Vincent de Ouriol supiera que traía a bordo a Ivette Cavalli, su pesadilla y su sueño hechos realidad en la misma mujer. No es que no amara con locura a esa muchacha, no era eso. Es que ella sin proponérselo despertaba en él todos los sentimientos que habitualmente trataba de alejar, como el amor, la devoción, y el compromiso hacia la misma mujer. Sus cavilaciones hacían más difícil y peligroso ese aterrizaje, mientras en la ca
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CAPÍTULO 34
CELOS E IRA Esa mañana Neck amaneció dispuesto a avanzar en cuanto a la lista de su abuelo. Si no sé concentraba en eso, llegaría el día de la boda y él no habría llegado a cumplir el cincuenta por ciento de lo contratado por su abuelo. Así que con la idea fija en cumplir la condición número tres de la lista, tomó el papel para leer la exigencia de su abuelo. Aprender a tocar la guitarra. En homenaje al ya fallecido Paris Kronos. Neck recordó el sentimiento que lo embargo la primera vez que leyó ese paso. Aquello le había parecido una loca ironía de su abuelo, pero ahora pasado los días sabía que Ulises Kronos no daba puntada sin dedal, y si quería acercarlo al recuerdo de su padre, era en mayor medida por su deseo de reconciliarse con el pasado de ambos. Su padre había sido un bohemio, un soñador, y como tal vivió su vida. Jamás le interesaron los negocios, pero si el dinero que acarreaba estos. Así que cada vez que pudo, viajo, disfrutó y vivió la vida al límite. Para Neck, P
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CAPITULO 35
ESE MILLONARIO TE COMPRALas horas continuaron pasando y Mila no daba señas de aparecer. Neck cada vez más enojado se encerró toda la tarde en aquella habitación. Al principio trato de ser todo razonable que un hombre civilizado podría ser, pero ya se estaba agotando de ser paciente. Más bien… le dolía hasta el hígado de ser paciente…Mila podía ser su obsesión de siempre, pero no sería la primera mujer que le tocaría los cojon3s.Ella tenía que entender que él por muy amistoso y afable que se mostrará, era un griego puro y duro. Y cómo hombre griego al fin, era jodidament3 celoso y posesivo.Tres horas más tarde Ivette y Vincent, que ya habían regresado a la Villa, vinieron por él, para salir a dar otra vuelta al otro extremo de la isla que le faltaba conocer a la muchacha, pero ya para ese minuto Neck estaba tan enojado que no podía pensar en nada más que en aquella reunión que Mila estaba desarrollando a sus espaldas.Cuando ella apareciera hablarían seriamente. Hablarían de t
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CAPÍTULO 36
PRIMERA DISCUSIÓN—¿!Una cláusula de fidelidad!?— inquirió Mila airada de la actitud de mierda que le estaba mostrando Neck. No lo reconocía, estaba fuera d eso, y le estaba alzando la voz, sin siquiera dejarle explicar porque había estado tantas horas desaparecidas, aún así fue corriendo a buscarlo a la Villa para explicarle, y se encontró con el Abominable hombre de las cavernas, al Mismísimo Piegrande en versión griega —¿ Esto es una broma pesada tuya?—No, no estoy bromeado en absoluto— rugio él tan molesto que sentía que la sangre le sonaba en los oídos. Estaba fuera de si, y ella no podía culparlo. La conversación con Héctor quizás había durado más de lo planeado, pero nada malo había pasado.Tenía que poner varios asuntos en claro. Tenían intereses en común en la organización de la boda que no se llevó a cabo , y Héctor al final decidió que quería pagar la mitad por los daños que había incurrido Mila en la boda fallida. «cosa que a la doctora le pareció bastante Justo»Hécto
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CAPÍTULO 37
47El sexo con Mila cada vez era más satisfactorio, tanto que creía que si se llegaba a casarse con ella, pasaría más tiempo en su cama, en la bañera, en la terraza, en la piscina, incluso en el jardín, pero empalado hasta la base en Mila. Ella lo enloquecía de un modo que ninguna mujer lo había hecho jamás. Y si… era de imaginar que, después de tantos años persiguiéndola, ahora que la tenía, le resultaba demasiado deliciosa como para que se pudiera saciar. Era como Adam encontrando la fruta prohibida.Y si… a pesar de todo lo que ocurriera, era un hecho que se casaría con Mila Papádakis así tuviera que deshacerse del enclenque del tal Héctor. Tenía la palabra de ella de que se casaría, asi que imposible no podía ser.La beso una vez más, como si de un castigo se tratara, pero ella le respondió con igual o más pasion. Neck la enloquecía, la hacía estremecerse en cada pequeña célula de su cuerpo. Ahira que había estado hablando con Héctor en la tarde, se dio cuenta que el efecto de N
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CAPÏTULO 38
PETICIÓN DE MANOEl día de la petición de manos por fin llegó, y Mila se había colocado un sencillo vestido blanco de volantes para recibir a su prometido y a su abuelo -suegro. Andaba como una hormiga trabajadora por toda la casa ultimando los últimos detalles para que fuera un almuerzo Perfecto. Príapos estaba un poco reacio a que su hija se casara con ese tumba locas, pero ella parecía estar absolutamente decidida a casarse. Así que no le quedaba mucho por hacer para oponerse…Incluso ni la presencia de ese raro novio citadino, con el que también planeaba casarse, la había persuadido de lo contrario.La mayor preocupación del farmacéutico era que su hija fuera tildada como cazafortuna, en medio de ese pequeño pueblo donde todos se conocían.Aún así no podía dejar de reconocer que su muchacha era buena y hermosa; y que el nieto de Kronos, bien podía estar enamorado de su hija, sin que mediara entre ellos algún tipo de interés económico.Solo por eso acepto recibir a Ulises y al mu
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CAPÍTULO 39
DESPUÉS DE LA PELEACon mucho trabajo Vincent logró contener a Neck, quien con cada golpe se enfurecía más.La situación con el ex novio de Mila, se había salido de las manos. Había empujado, hasta que los celos que sentía Neck se habían salido a la superficie como la lava de un volcán furioso.Ahora nadie podría culparlo por haberle destrozado la cara a ese tipo fantoche, que tuvo la desfachatez de aparecer en casa de su novia, el día que oficialmente su padre le entregaba su mano.El tipo se la había buscado, y nadie podría reclamarle por ello.Ivette también llegó, y abrazó a Mila quien había comenzado a llorar, al ver el espectáculo que se había provocado en un día que parecía feliz.—¡Shhh, Tranquila, todo estará bien!— Intentó calmarla la francesa, pero en el interior de Mila, una voz le decia que todo estaría mal.Vincent hizo lo posible junto a Ulises por regresar a Neck a la Villa, pero Hector seguía allí tendido, y Mila en esa ocasión no supo que hacer.Era médico, tenía qu
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