47El sexo con Mila cada vez era más satisfactorio, tanto que creía que si se llegaba a casarse con ella, pasaría más tiempo en su cama, en la bañera, en la terraza, en la piscina, incluso en el jardín, pero empalado hasta la base en Mila. Ella lo enloquecía de un modo que ninguna mujer lo había hecho jamás. Y si… era de imaginar que, después de tantos años persiguiéndola, ahora que la tenía, le resultaba demasiado deliciosa como para que se pudiera saciar. Era como Adam encontrando la fruta prohibida.Y si… a pesar de todo lo que ocurriera, era un hecho que se casaría con Mila Papádakis así tuviera que deshacerse del enclenque del tal Héctor. Tenía la palabra de ella de que se casaría, asi que imposible no podía ser.La beso una vez más, como si de un castigo se tratara, pero ella le respondió con igual o más pasion. Neck la enloquecía, la hacía estremecerse en cada pequeña célula de su cuerpo. Ahira que había estado hablando con Héctor en la tarde, se dio cuenta que el efecto de N
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