23. Aferrarme a tu recuerdo cuando no estés
Catalina:Tenía tantos silencios, tanta agonía porque sabía que debía renunciar a lo que fuera que tuviera con ese madrileño hermoso, yo quisiera quedarme abrazándolo, sentir el calor de su pecho, pero no me corresponde, ahora debo cumplir mi promesa, por el bien de bodoque, y que Pilar tenga lo que ha soñado; una bella familia. Desperté con una sonrisa, sabía que era la entrada a mi infierno, al silencio que debía guardar y prepararme, porque estaba tratando de entregar lo mejor de mí, mi corazón. Anoche que llegué, ya todos dormían, tengo en el celular muchas llamadas perdidas de Cayetano, de Raquel y de Sarita, pero quería vivir mi duelo, ese que se fundía en mi alma y en su amor; su amor se volvería resistente a lo que pasara, y eso me reconfortaba, él era terco, un animal salvaje y que no razonaba, pero le tocaría hacerlo a la fuerza, a la brava por que ajá.Me duche, me vestí y salí directo a la habitación donde estaba él y bodoque.Se me salían los pies enormes de la cama, mi
Leer más