No supe más de mí, pero cuando abrí los ojos Soo-Min estaba en la habitación sentado en un pequeño sillón junto a la cama.—Despierta dormilona — dijo con una sonrisa, como siempre tratando de darme ánimo.—Mi hijo ¿Dónde está mi hijo? —Pregunté, era lo único que tenía en la vida y me aterraba perderlo.—No te preocupes, el pequeño Kwan-Ji está con la única persona que lo puede cuidar y amar tanto como tú.Yo sabía que se refería a Seung-Yi, pero el temor de que me lo arrebatara me invadía el pecho y quería salir corriendo a buscarlo.—Por favor Soo-Min, no permitas que se lo lleve, no dejes que me quite a mi hijo — supliqué.—No tienes nada de qué preocuparte Hana, Seung-Yi ya sabe toda la verdad y nuca se atrevería a quitarte a tu hijo, él sabe que en ningún lugar estará mejor que junto a su madre.—El médico dice que debo quedarme hasta mañana — dije tratando de incorporarme.—Sí, ya me explicó el motivo de tu desmayo, tienes que ser fuerte, pensar que mañana que te hagan esos estu
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