Llegué al aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles de madrugada, estaba amaneciendo y el sol comenzaba a salir por el horizonte. Yo solía relacionar el amanecer con el rostro de Eun-Ji, porque sus ojos y su sonrisa eran para mí como un nuevo amanecer.Me dolió el corazón al recordar que ella había muerto y que nunca iba a volver a verla y me llevé la mano al pecho al pensar en ese hijo que no pudo ver la luz del sol.Bajé del avión y ya un chofer me esperaba para llevarme directo a la compañía, no quería perder el tiempo en ir a mi departamento porque esa presentación con los inversores italianos era muy importante.Llegué a la oficina y todavía ninguno de los colaboradores estaba allí porque era muy temprano y todavía faltaban dos horas para el horario de entrada.Aproveché para lavarme el rostro y refrescarme la boca antes de la reunión. Salí de mi oficina y fui directo hacia la oficina de Soo-Min para que supiera que ya estaba ahí. Su secretaria todavía no llegaba, pero estaba seguro
Soo-Min comenzó a llamar al móvil desesperado, su asistente, porque en ese momento yo no sabía si llamarla Eun-Ji o Hana –Rhee como se hacía llamar en la compañía, no respondía el teléfono.Los inversores ya estaban en la sala de reuniones esperando por nosotros y los asiáticos éramos conocidos por nuestra estricta puntualidad, así que Soo-Min decidió empezar con la presentación sin ella.Durante toda la presentación yo solo podía pensar en los motivos que tenía Eun-Ji para no llegar a esa reunión y en definitiva solo se podía deber a que me seguía evitando.En varias ocasiones estuve a punto de terminar con esa reunión para obligar a Soo-Min a decirme dónde encontrarla, temía que se volviera a escapar y que perdiera la oportunidad de verla de nuevo.Los italianos no paraban de hablar y a mí el tiempo escuchándolos se me hacía eterno, por fortuna Soo-Min contestaba a todas sus preguntas sin titubear en ningún momento porque sabía que yo respaldaría cada decisión tomada.Las más de tre
No supe más de mí, pero cuando abrí los ojos Soo-Min estaba en la habitación sentado en un pequeño sillón junto a la cama.—Despierta dormilona — dijo con una sonrisa, como siempre tratando de darme ánimo.—Mi hijo ¿Dónde está mi hijo? —Pregunté, era lo único que tenía en la vida y me aterraba perderlo.—No te preocupes, el pequeño Kwan-Ji está con la única persona que lo puede cuidar y amar tanto como tú.Yo sabía que se refería a Seung-Yi, pero el temor de que me lo arrebatara me invadía el pecho y quería salir corriendo a buscarlo.—Por favor Soo-Min, no permitas que se lo lleve, no dejes que me quite a mi hijo — supliqué.—No tienes nada de qué preocuparte Hana, Seung-Yi ya sabe toda la verdad y nuca se atrevería a quitarte a tu hijo, él sabe que en ningún lugar estará mejor que junto a su madre.—El médico dice que debo quedarme hasta mañana — dije tratando de incorporarme.—Sí, ya me explicó el motivo de tu desmayo, tienes que ser fuerte, pensar que mañana que te hagan esos estu
Apenas llegué al hospital pedí hablar con el médico que estaba tratando a Hana-Rhee, lo que me dijo Soo-min sobre un posible tumor me devastó. No podía perderla ahora que la había recuperado, mi corazón no iba a resistir llorar otra vez por su muerte.Ni ella ni yo merecíamos tanto sufrimiento, a pesar de sus errores era una buena mujer, todo el sacrificio que había hecho por mantener a nuestro hijo a su lado debía tener su recompensa, no me resignaba a perderla de nuevo.El médico me explicó que los análisis de laboratorio indicaban que tenía una gran cantidad de antígenos tumorales, solo debían realizar un escáner completo de su cuerpo para detectar dónde se encontraba alojado el posible tumor.—Haga todo lo que sea necesario doctor, si tenemos que llevarla a un hospital especializado hágalo por favor——No se preocupe señor Seung-Yi, este hospital cuenta con la más alta tecnología y con médicos especializados en tratar padecimientos como el de la señora Hana. Le aseguro que no habrá
Entré en la habitación porque yo le pedí al médico que me permitiera hablar con ella para explicarle la situación. Sabía que iba a ser un duro golpe para ella.Soo-Min estuvo conmigo en todo momento, pero se tuvo que ir para hablar con mi hijo y explicarle que su mamá iba a tener que pasar unos días más en el hospital. Por fortuna el pequeño Kwan-Ji era muy inteligente y comprendía muy bien lo que estaba pasando.Esperé a que abriera los ojos para hablar con ella, me dolía mucho tener que decírselo, pero era importante que fuera de inmediato.—Hola preciosa, ¿has logrado descansar un poco? — le pregunté tratando de sonreír para que infundirle tranquilidad.—Me duele la cabeza — dijo y se llevó la mano a la cien — además te escucho muy despacio, como si estuvieras muy lejos.—Hana, los médicos detectaron un tumor en tu cerebro, deben operarte de inmediato, hoy mismo de ser posible.Cerró los ojos como tratando de asimilar lo que le había dicho y entendí que lo que me dijo el médico sob
Soo-Min llevó a mi hijo a casa y lo dejó al cuidado de la niñera, volvió para estar conmigo en el hospital.Los dos, sentados en la sala de espera contábamos los minutos y luego se convirtieron en horas esperando noticias de la cirugía.—¿Has pensado en lo que harás para cumplir la promesa que acabas de hacer? —me preguntó para romper el silencio sepulcral que había ante lo estresante de la situación.—He pensado que tal vez podría demandar a Eun-ji por usurpación de identidad, después de todo, en Corea Hana está muerta, no podrán hacer nada contra ella.—Existe un problema para ello, para denunciarla deberías comprobar que ella no es la verdadera Hana-Rhee, deberías buscar pruebas para desenmascararla antes de hacerlo.—La casa del padre de Hana, se vendió y se despidió a todos los empleados, quizá si encuentro a alguno que la haya conocido, tal vez pueda testificar que ella no es Hana-Rhee.—Deberías asesorarte con tus abogados, recuerda que quien murió fue Eun-Ji y no Hana –Rhee y,
Mi estómago se contrajo y mi pecho dolió al pensar que quizá había perdido la memoria tal y como lo había dicho el médico que podía suceder.Toqué el timbre y la enfermera llegó junto con otro doctor que no había visto antes.—¿Qué sucede? El doctor dijo que la operación había sido un éxito, ¿por qué no recuerda quién soy yo? — pregunté mientras la enfermera colocaba un medicamento en el suero que estaba conectado a su vena.—No se preocupe señor Seung-Yi, es normal que se encuentre confundida, su cerebro está inflamado por la cirugía. A medida que se desinflame ella irá recordando todos los detalles de su vida. El tumor no tenía raíces profundas, era grande pero muy superficial, no tendrá secuelas relevantes.Las palabras del médico me tranquilizaron, aunque yo prefería escucharlo del doctor que la operó, aunque supuse que se había ido a casa a descansar después de una cirugía de tanto tiempo.Las horas pasaron y yo no me despegué de ella ni por un momento, Soo-min llegó después de d
El beso comenzó a subir de intensidad cuando ya no me pude resistir a acariciar el cuerpo semidesnudo que tenía en mis brazos, comenzando por su hombro y deslizándome suavemente a lo largo de su brazo para luego llegar a su cintura.Pude sentir su estómago contrayéndose al contacto de mi mano que siguió bajando hasta posarse en el firme y delgado muslo.Con manos temblorosas pero llenas de deseo, ella comenzó a acariciar mi torso desnudo, hasta que llegó mi vientre y bajó hasta que topó con mi dura erección que luchaba por salir del bóxer.Me entregué por completo a mi mujer, eso era, era solo mía y había tenido que luchar contra todos mis demonios para olvidar el pasado y dedicarme solo a amarla.Las manos de ambos comenzaron a volar mientras nuestras bocas no querían separarse, el intercambio de caricias era cada vez más atrevido, hasta que ya no pude contenerme y metí la mano por debajo de las bragas haciéndola emitir un pequeño quejido de placer.Mi mano fría, pero que irradiaba c