Agaché la mirada porque me moría de vergüenza, no tenía ningún argumento para negar su acusación, en realidad era una ladrona, había robado las joyas de su esposa y fui atrapada tratando de escapar.—Así que eres una pequeña ladronzuela. ¿Pretendías huir de mí? ¿Será que estás tratando de ocultar que todavía estás embarazada? ¿Me mentiste cuando dijiste que habías perdido al bebé?—No, no mentí, no estoy embarazada. ¡Lo juro! — Dije sin levantar la mirada para que no leyera la verdad en mis ojos que estaban a punto de estallar en lágrimas.—¿Pretendes que te crea después de esto?—Si no quiere no me crea señor, pero le aseguro que no miento — me mordí los labios al decir esas palabras. Era la peor mentira, no, ya ni siquiera yo sabía cuál era la peor de las mentiras que había dicho desde que le pedí a Eun-Ji que ocupara mi lugar.—Voy a tener que redoblar la vigilancia, no voy a permitir que escapes hasta que hayan pasado los tres meses y luego, te dejaré ir, por lo pronto considera q
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